Como ya hemos comentando, la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo humano frente al estrés. Sin embargo, se debe tener cuidado pues la ansiedad excesiva o persistente, se puede volver un problema. De allí que sea fundamental aprender qué hacer.
Cuando una persona se siente ansiosa, su cuerpo comienza a liberar hormonas que aumentan su energía e interfieren con su juicio. Esto le permite reaccionar de manera rápida para enfrentar situaciones peligrosas y desafiantes.
Pero la ansiedad persistente también puede tener un impacto negativo en la vida de los afectados. Además de provocar síntomas físicos, puede llegar a dificultar las relaciones con los seres queridos, el funcionamiento en el trabajo, la escuela o en otras actividades, así como el disfrute de la rutina diaria y la calidad de vida en general.
Es importante aclarar que los síntomas de la ansiedad pueden variar dependiendo de la persona. Así como algunas personas pueden experimentar síntomas leves y de vez en cuando, otros pacientes sufren de síntomas graves que interfieren con su vida diaria.
En este sentido, los síntomas más comunes en pacientes con ansiedad son:
Se trata de uno de los síntomas físicos más comunes de las personas con ansiedad. Normalmente se suelen manifestar como un sentimiento de inquietud, o la sensación de que algo malo va a suceder. Además, aumenta considerablemente el movimiento, el habla y se dificulta la relajación.
El aumento del ritmo cardíaco es un síntoma físico común de la ansiedad. Es causado por la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, pues como hormonas, aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La razón principal para esto, es que prepara al cuerpo para una posible amenaza.
Cuando una persona se siente ansiosa, su cuerpo se encarga de liberar hormonas que aumentan su temperatura corporal. Este proceso puede provocar sudoración, inclusive si no están haciendo ejercicio, ni se encuentran en un ambiente caluroso.
Los temblores son movimientos involuntarios que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, y se producen cuando las personas están en estado de alerta. Son causados por la contracción y relajación descoordinadas de los músculos. Además, pueden durar desde unos minutos hasta más tiempo.
Otro de los posibles síntomas que las personas con ansiedad presentan, son los dolores de cabeza. Y en realidad, son un tipo de cefalea tensional, que se caracteriza por un dolor sordo, constante o pulsátil que puede afectar a toda la cabeza o a una parte de ella.
Es una respiración rápida y profunda que puede provocar una serie de síntomas físicos y emocionales. Es muy común en la ansiedad, pero también puede ser causada por otros factores, como el ejercicio intenso, el estrés o las enfermedades pulmonares. Por esta razón es muy importante aprender a distinguir las hiperventilaciones causadas por la ansiedad, con otras afecciones.
La ansiedad puede dificultar la concentración al provocar pensamientos y emociones que se interponen en la vida de los involucrados. Las personas con ansiedad pueden tener dificultades para seguir instrucciones, recordar información o terminar actividades. También pueden ser más propensos a distraerse.
Se trata de pensamientos intrusivos y repetitivos, que muchas veces suelen ser perturbadores y pueden afectar negativamente la salud mental y física de las personas. Estos pueden ser sobre sí mismos, los demás o las situaciones en general. Desafortunadamente, muchas veces son difíciles de identificar, ya que a menudo son automáticos y se escapan de la conciencia.
La ansiedad también se caracteriza por la dificultad para quedarse dormido, despertarse durante la noche o despertarse demasiado temprano. Los problemas para dormir pueden afectar negativamente la calidad de vida de una persona, haciendo que las personas se sientan cansadas, irritables y con dificultades para concentrarse.
El dolor abdominal, náuseas, vómito, la diarrea y hasta el estreñimiento, son algunos de los problemas más comunes de quienes sufren ansiedad. Estos pueden ser realmente molestos, y llegar a afectar la calidad de vida de los pacientes, en especial si son frecuentes o severos
Sin lugar a dudas, la ansiedad es una condición compleja que puede afectar tanto el cuerpo como la mente de muchas maneras. Y es que los síntomas físicos de la ansiedad, pueden ser muy molestos, pero los mentales también son graves.
Cada uno de ellos puede perjudicar la calidad de vida de las personas que los padecen. Por esta razón, buscar ayuda profesional nunca está demás.