En este artículo te estaremos aconsejando sobre cómo dejar de procrastinar. Antes de comenzar veamos cual es la raíz y significado de esta palabra.
La palabra procrastinación tiene sus raíces en el idioma latín. El término Procrastinare significa adelante y mañana. Básicamente en nuestro lenguaje esta palabra corresponde o se adapta mejor a la postergación.
Probablemente la frase de este título la habrás escuchado cientos de veces en el lenguaje popular. No existe nadie que no haya dejado para atrás o pospuesto (procrastinar) algo que podía haber hecho en el hoy y no lo hizo. Aquí te diremos que es lo que nos pasa cuando posponemos.
El problema no es la actividad en sí, simplemente la energía que se dispone al momento de realizar dicha actividad que debes hacer. Muchas veces el estrés de saber que tienes que cumplir con un factor te genera cierto desgano y cierto desgaste que no te da para lograr empezar a tiempo, más allá de que sabes que estás haciendo mal en “dejarlo para mañana”.
La voluntad se ve afectada y otra temática que viene muy de la mano es la excusa. Las personas que suelen procrastinar mucho, suelen ser excelentes inventando excusas que en si no tienen relevancia debido a que el problema no es la tarea, sino que eres tú y tu falta de voluntad para cumplir.
Estas son las actividades más comunes o áreas que solemos procrastinar:
-En la vida estudiantil (principalmente a la hora de estudiar)
-Las dietas (postergar los comienzos de una dieta y seguir comiendo chatarra)
-En el trabajo (atrasar mucho las gestiones y tareas en entornos laborales)
-En el ocio o tramitaciones (hoy quería ir a averiguar tal tramite y no fui)
-El ejercicio (no fui al club en toda la semana porque no me dio el cuerpo)
Muchas veces el procrastinar demasiado desata muchos problemas que se transforman en malestares físicos y psicológicos al punto de envolvernos o acercarnos a algún trastorno o un malestar intenso que nos molesta todos los días.
Estos son algunos problemas de la procrastinación aguda:
- Ansiedad
- Frustración
- Síndrome de Burnout
- Rabia
- Distorsión de la autoimagen (soy un inútil no sirvo para nada, soy un fracaso, etc)
- Depresión (desgano, desánimo y desmotivación muy aguda)
En este apartado te dejaremos tres estrategias para que puedas mejorar tus objetivos y para que puedas trabajar en dejar de procrastinar. Las estrategias que te recomendamos son las siguientes:
Dividir las tareas es algo que puede ayudarte a ser más efectivo, responsable e incluso hasta motivarte para lograr culminar con esa tarea o proyecto que tengas en mente y que tengas que cumplir. Un ejemplo de esto sería cuando en un trabajo o en la universidad nos mandan a realizar una actividad que es muy larga e intensa, realizarla por partes es la solución. Así que divide las tareas, recomendamos que la parte más difícil del trabajo la realices primero y con mucha intensidad, justamente para que no te invada el desgano, la frustración y la desmotivación. Si dejas para el final la parte más sencilla, el camino del éxito personal y tu voluntad, van a estar totalmente estables.
A veces la organización y planificación del tiempo es un pilar importante para poder alcanzar nuestros objetivos del día a día. Muchas veces tenemos internalizado en nuestro cerebro el hecho de que el tiempo no te alcanza o de que el tiempo paso volando, etc. Volviendo al tema de la excusa, en ocasiones utilizamos enormemente esta excusa del tiempo, pero la realidad es que generalmente es falta de organización y voluntad. Pongamos un ejemplo: Supongamos que eres estudiante universitario, en la misma semana tenés que estudiar para un parcial y realizar un ensayo de siete carillas para otra materia. A su vez sientes enormes ganas de ir al gimnasio pero sientes que no puedes y que se te hace difícil porque con la facultad no te da el tiempo. Por eso recomendamos que organices mejor tus tiempos, hay tiempos de estudio, hay tiempos en que puedes realizar parte de tu ensayo y el tiempo libre, es para el gimnasio, de hecho el descansar y liberar energía es bueno ya que elimina el estrés, libera los pensamientos negativos y de alguna manera te equilibra mentalmente.
Quizás es la más difícil de estas tres estrategias. Pero el hecho de que sea difícil no hace que sea imposible. Como mencionamos al principio del artículo, eres tu peor enemigo y tú cerebro te engaña con conceptos y pensamientos automáticos permanentemente. Comúnmente siempre hay una tendencia a decir: lo dejo para mañana, no es importante, hoy estoy cansado, no me siento bien, mañana lo hago y mil frases más que probablemente todos dijimos algunas vez cuando dejamos para mañana lo que pudimos haber hecho hoy. Lo mejor para mantener la disciplina es eliminar toda distracción y todo lo que nos esté bloqueando de un resultado positivo. Por ejemplo si sentís que estás bien con tu vida en este momento, seguí con esa actitud y no te permitas distraer. Por ejemplo: Si estás rindiendo bien en tus estudios, no te distraigas con instagram o con una salida de copas o con lo que sea que sabes que puede desequilibrar tu disciplina. Lo mismo con cualquier otra actividad, el mantener los objetivos, la energía positiva y la voluntad es fundamental para ser disciplinado.
Reflexión
Si sientes que procrastinas mucho y estas teniendo algunos de estos síntomas muy seguidos y sientes que no estás pudiendo manejar tu vida. No te olvides de pedir ayuda y consultar con un profesional de la salud mental. Un psicólogo, un psiquiatra o un counselor (asesor psicológico) pueden ayudarte mucho a transformarse y mejorar tus metas y bienestar psicológico.