Una infidelidad es una de las experiencias más dolorosas que puede vivir una pareja. No solo representa una traición a la confianza, sino al compromiso que se han establecido entre ambos. Quien cometió la traición rompe con el pacto de fidelidad que ha hecho con su pareja, lo que puede causar un gran daño emocional.
El dolor de vivir una infidelidad es tan intenso que es comparable al dolor de una pérdida. La persona que ha sido traicionada suele sentir una gran tristeza, mucha rabia, confusión y desilusión. Además, suele generar problemas para confiar en los demás y en la propia capacidad de amar en un futuro.
Lo cierto es que, cuando se descubre una infidelidad, la relación se ve sacudida de forma profunda y es necesario un proceso de sanación para poder superarla. Este proceso suele atravesar por diferentes etapas, que pueden variar en duración e intensidad según las personas y el tipo de relación.
La confianza es uno de los pilares más importantes que debe tener una relación para funcionar. Y en el momento en que se descubre una infidelidad se rompe este vínculo fundamental. Por esta razón es muy normal que una infidelidad puede hacer que la persona traicionada se sienta desvalorizada y sin autoestima.
Asimismo, una infidelidad es capaz de cambiar toda la perspectiva e idea de la relación formada. La persona traicionada puede sentir que ya no conoce a su pareja, y que la persona en la que más confiaba simplemente ya no existe.
Sin lugar a dudas, se trata de un proceso complejo y muchas veces confuso. Descubrir una infidelidad implica experimentar una serie de etapas, tales como:
La primera reacción ante una infidelidad suele ser de shock o negación. La persona que ha sido engañada no puede creer lo que ha sucedido y trata de negarlo. Es una forma de proteger su mente de la realidad dolorosa.
Esta etapa puede manifestarse de varias maneras, como negarse a creer las pruebas que se le presenten. Otra de las posibilidades es acusar a su pareja o persona que ha confesado, de mentir o de estar loco. También se suele justificar la infidelidad de la pareja en esta primera etapa.
Se puede decir que, la negación es una reacción normal ante una situación traumática. Es una forma en que la mente se protege del dolor y de la confusión. Sin embargo, si la negación se prolonga en el tiempo, puede llegar a dificultar la recuperación de la persona engañada.
La segunda etapa suele ser de enfado, pues la persona que ha sido engañada se siente traicionada y furiosa. Es muy normal sentir rabia, celos, odio e incluso deseos de venganza en esta fase del proceso de recuperación.
Muchas personas suelen ocultar su enfado, pero lo más sano es expresar todo el dolor y frustración. Sin embargo, que se manifieste de manera sana, sin dirigir la ira hacia sí mismo o hacia los demás. Se debe encontrar formas saludables, como hablar con un amigo o familiar de confianza, o buscar ayuda profesional.
Otra de las etapas más difíciles de afrontar tiene que ver con la depresión. La persona que ha sido engañada comienza a sentirse sumamente triste, desanimada y desmotivada. De hecho, puede llegar a perder el interés por las cosas que antes le gustaban y sentirse sola y aislada.
En realidad, se trata de la etapa más duradera de todas, pues se puede prolongar por mucho tiempo. Y es que una infidelidad puede causar un gran impacto emocional, hasta el punto de no saber cómo lidiar con el dolor. La persona que ha sido traicionada puede sentirse devastada, avergonzada y sin autoestima.
La última etapa se refiere a la aceptación. Quien fue traicionado comenzará a aceptar lo que ha sucedido y a empezar a sanar y superar el dolor. No obstante, aceptar la infidelidad no es sinónimo de olvidar lo que ha pasado. Significa que lo han aceptado como parte de la historia y que están dispuestos a seguir adelante.
La aceptación puede llegar de muchas maneras. Algunas personas pueden llegar a ella de forma gradual, mientras que otras pueden experimentar un momento de claridad en el que de repente se dan cuenta de que están listas para seguir adelante.
Si has sido víctima de una infidelidad, es muy importante que busques apoyo emocional. Lo más recomendable es que puedas hablar con un terapeuta, pero si aún no estás listo para ese compromiso, comienza expresando tus sentimientos con tus seres queridos. Recuerda que también puedes participar en grupos de apoyo para personas que han sufrido una infidelidad.