A veces sucede que no estamos conformes y no nos sentimos muy cómodos con nuestro psicólogo. El hecho de sentirse inconforme puede ser variado, es decir no hay un motivo único por el cual no nos sentimos a gusto con nuestro terapeuta.
Contrario a lo que se piensa, muchas veces sucede que empezamos un proceso de terapia y vemos que este mismo no está dando resultado. El hecho de que tu expectativa de ir a terapia no se cumpla o no sea como lo imaginaste, no es nada malo, por el contrario, al igual que todo servicio a una persona, el servicio de terapia puede fracasar o no darse de una manera que esperabas.
Como mencionamos al principio del artículo, la razón o razones pueden ser variadas. A veces pueden ser cuestiones metodológicas, es decir, que la metodología aplicada del terapeuta no se adapta a tu necesidad de ayuda, otras veces puede ser por características personales del psicólogo, y otras puede ser un conjunto de ambas, es decir las características sobra la solución del problema que te plantean, te son poco útiles y sientes que no se adecuan a tu manera de actuar en la vida.
Para esta ocasión, te estaremos brindando 4 simples motivos por el cual no estás cómodo con tu psicólogo y el tipo de terapia que estás transitando.
Simplemente no lo sientes. Esto es muy común y totalmente válido. Es una buena idea tomar otro rumbo. Buscar otro profesional y hasta puedes decirle al profesional, que simplemente no sientes que haya un vínculo suficiente para poder continuar.
El espacio de terapia es un espacio en que se debe trabajar las demandas y problemas que el paciente traiga. El espacio debe definirse de la manera más adaptable al paciente, es decir, un horario que les sirva a ambos, una estrategia que sea viable en el paciente, no excederse de ningún modo (en cuanto a métodos y estrategias) y principalmente respetar la demanda “oficial” que trae el paciente, a veces sucede que se bifurcan los problemas principales, generando otro tipos de problemas en el paciente que no son los que trae a terapia y que tampoco se tenían muy en cuenta a la hora de tratar, lo que puede generar que se crean más problemas que soluciones.
Recuerda que el psicólogo es un guía, no un mago ni solucionador de problemas. Pero si sospechas que genera más problemas que respuestas, puede que haya un problema.
Ciertas veces sucede que no vemos una solución clave a nuestros problemas por parte de nuestro terapeuta. Generalmente cuando acudimos a terapia, lo que esperamos es que nuestro psicólogo o psicóloga nos brinde una solución esperable o que sea eficaz para uno mismo. Hay veces que el psicólogo brinda una solución que no es la que esperamos y esto puede dejarnos más perdidos que antes.
Si bien no suele ser una razón tan notoria o quizás tan común, el hecho de sentir que hay falta de profesionalismo por parte de tu terapeuta, puede ser factible. Ciertas veces no nos sentimos cómodos en terapia por algunos motivos como podrían ser: falta de soluciones concretas, poca escucha activa (notoria), sientes que no te presta atención, bostezos, cara de cansancio o de desgano por atender, habla de el/ella misma sin parar. También puede suceder que la persona esté ejerciendo psicología clínica por necesidad laboral y que realmente no sea su vocación por la cual es un motivo de desinterés vocacional por parte del profesional que por lo general es notorio.
A veces sentimos miedo por dejar de ir a terapia y abandonarla. Es lógico ya que no es tarea fácil decirle a tu psicólogo que deseas abandonar porque no te sientes bien, no estás cómodo y sientes que no te está dando resultado. El consejo que podemos darte es que si lo abandonas, hazlo lo más anticipado y rápido posible. No esperes ni malgastes sesiones infinitas ya que es muy difícil abandonar en mitad de un proceso terapéutico, debido a que puede que surjan muchas cuestiones por parte del terapeuta e incluso se puede resistir a que no abandones el proceso. La prioridad siempre es tu propio bienestar mental, nadie puede obligarnos a quedarnos en un espacio donde no estamos conformes. No tengas miedo a dejar ir tu proceso, recuerda dejar lo viejo para darle lugar a lo nuevo.
Reflexión
Muchas personas no encuentran de primera a su terapeuta, esto es algo muy común. Es normal que no encuentres esa química o lugar de confort tan importante a la hora de hacer terapia psicológica.
Cómo ves, el sentirse “mal” con tu psicólogo/a no es nada extraño ni nada del otro mundo. Es importante no idealizar al psicólogo ni a la terapia. Recuerda que los psicólogos son seres humanos que están brindando un servicio al igual que cualquier otro trabajador. Como todo servicio, hay veces que este no nos sirve y debemos escoger otra opción que en este caso podría ser buscar otro profesional de la salud mental. Esperemos que el artículo te haya gustado y servido para solucionar tus dudas en caso de inconformidad con tu terapeuta.