La presión en los oídos puede presentarse por muchas razones, tanto físicas como psicológicas, y en principio, se siente como un tapón en el oído. Esta sensación se produce porque la presión del aire en el oído medio es diferente a la presión del aire exterior. La diferencia de presión puede provocar una sensación de dolor, zumbido o incluso pérdida de audición.
Con respecto a las causas físicas, suelen ser leves y la mayoría de las veces desaparecen por sí solas. Pero si estas molestias permanecen por más tiempo, lo mejor es consultar con un médico especializado, pues puede significar lesiones, infecciones de oído o tapones de cera.
Ahora bien, cuando se trata de causas psicológicas, la presión en los oídos suele ser mucho más intensa y pueden durar más tiempo. Lo cierto es que, tanto la ansiedad, la depresión y el estrés pueden provocar tensión muscular, desencadenando presión en los oídos.
Y en estos casos, se pueden intentar ciertos ejercicios para aliviar el dolor, como masticar chicle, bostezar o tragar. Pero, lo más probable es que la tensión no disminuya, pues la ansiedad es un estado mental que puede durar días, semanas o incluso meses. Y mientras siga existiendo un episodio de angustia, la presión en los oídos no parará.
Si estás experimentando presión en los oídos, es muy importante que logres determinar la causa para recibir el tratamiento adecuado. Recuerda que, si la presión en los oídos es causada por problemas psicológicos, es muy importante buscar ayuda profesional para tratar la ansiedad.
Presión en los oídos
Los cambios de altitud al viajar en avión o bucear, no son la única causa para la presión en los oídos. Los tapones de cera, que se forman en el conducto auditivo externo, pueden bloquear el flujo de aire y causar una sensación de presión.
También pueden existir infecciones, causadas por bacterias, provocando inflamación o acumulación de líquido. O simplemente, lesiones por golpes o accidentes. Pero, sin duda, una de las causas más importantes de la presión en los oídos es la ansiedad. Esto se debe a que la ansiedad puede causar una serie de síntomas físicos, incluyendo la presión en los oídos.
¿Por qué la presión en los oídos es un síntoma de la ansiedad?
Las causas psicológicas de la presión en los oídos son menos comunes en las personas, pero pueden ser muy intensas y perjudiciales.
Es así como la ansiedad puede ser una de las razones por las que se produce tensión muscular, pues logra ejercer presión sobre los nervios que controlan los oídos. De esta forma, se crea una sensación de presión en el oído, que puede estar acompañada de otros síntomas como el zumbido repentino, mucho dolor, o incluso la pérdida de audición.
Pero todo esto ocurre cuando los vasos sanguíneos del oído interno se estrechan, llegando a reducir el flujo sanguíneo de la zona. También se puede presentar, gracias a que la ansiedad aumenta la liberación de cortisol, provocando vasoconstricción.
La presión en los oídos es un síntoma de la ansiedad debido a los cambios que se producen en el cuerpo durante un episodio de angustia extrema. Estos cambios incluyen:
Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial
Un episodio de ansiedad puede hacer que el corazón lata mucho más rápido y que la presión arterial aumente considerablemente. Esto de manera inevitable puede provocar una sensación de presión en los oídos.
Tensión muscular
La ansiedad también puede provocar tensión muscular en todo el cuerpo, incluyendo los músculos del cuello y los hombros. Este tipo de tensión es capaz de ejercer presión sobre los oídos, provocando una sensación de taponamiento, dolor o zumbido.
Cambios en la respiración
Como es lógico, la ansiedad puede llegar a provocar cambios en la respiración, como respirar más rápido o más superficialmente. Estos cambios pueden ser causados por la activación del sistema nervioso simpático, que es el sistema responsable de la respuesta de lucha o huida. Y como consecuencia, los cambios en la respiración pueden provocar una sensación de presión en los oídos.
La presión en los oídos causada por la ansiedad es un asunto muy delicado, pues puede desencadenar hasta tinnitus. Y esta condición puede llegar a afectar la vida cotidiana de las personas, pues crea un ruido en el oído que realmente no existe.
En cualquier caso, la ansiedad puede llegar a dificultar la audición de las personas. Por esta razón, es fundamental cumplir con algunas técnicas y buscar ayuda profesional para tratar los problemas desde la raíz.
