Cuando se trata de terapia de regresión, los estudios sugieren que puede ser una herramienta eficaz para el tratamiento de una amplia gama de problemas psicológicos. Básicamente, es una técnica terapéutica que les permite a los pacientes poder acceder a sus recuerdos y revivir situaciones que están profundamente escondidas.
Su fundamento principal es la idea de que el inconsciente humano es capaz de guardar todos los recuerdos de nuestra vida. Se considera una práctica alternativa, pues busca afrontar sucesos, pensamientos o impulsos actuales, a través del retroceso del “yo”.
En el momento en que se accede a los recuerdos, los pacientes son capaces de liberar sus emociones negativas. Y muchas veces están asociadas a experiencias traumáticas o estresantes.
De esta forma, la terapia de regresión puede ayudar a las personas a reducir considerablemente el estrés y la ansiedad. Así como también, mejorar la autoestima al comprender de mejor manera su pasado y su presente. Y por supuesto, contribuir con el crecimiento personal al aprender sobre sus experiencias pasadas.
La terapia de regresión cada vez está tomando más importancia en el mundo, como herramienta o tratamiento es una de las más eficaces. Y es que, una vez que el paciente ha alcanzado un estado de regresión, el terapeuta le guía a través de un proceso de exploración de sus recuerdos.
En este proceso, el especialista es capaz de ayudar a las personas a identificar los recuerdos que le causan problemas o malestar, y a trabajar con ellos para liberarlos.
Este tipo de terapia es generalmente muy segura, pero es indispensable que la realice un profesional en el área que esté completamente cualificado y tenga suficiente experiencia. De lo contrario, el paciente podría experimentar efectos secundarios negativos, como ansiedad y pesadillas.
También es posible que al contactar con una persona no calificada en los procesos de regresión, se pueda desarrollar una dependencia del terapeuta o de la terapia.
En cualquier caso, una terapia de regresión debe contar con una serie de fases para poder llevarse a cabo adecuadamente. De esta forma se puede resaltar:
Como primera fase, la relajación es esencial para el éxito de la terapia de regresión. Para poder llevarse a cabo, es necesario que el paciente se encuentre lo suficientemente tranquilo para poder acceder a sus recuerdos subconscientes sin interferencias.
Para ello, los profesionales utilizan una variedad de técnicas para ayudar al paciente a relajarse, como la respiración profunda, la meditación o la hipnosis.
En la fase de regresión, el terapeuta implementa las técnicas que considere convenientes dependiendo del paciente y su historial. Al estar inmerso en su relajación profunda, comienza a realizar preguntas para poder acceder a los recuerdos.
El objetivo es guiarlo a través de sus memorias, así que pueden utilizar imágenes o metáforas para ayudarlo a acceder a ellos. De hecho, muchas veces los profesionales comienzan a relatar una historia. Por ejemplo, pueden sugerir al paciente que imagine que está caminando por un sendero en el bosque, y que a medida que camina, comienza a recordar cosas de su pasado.
Pero quizás uno de los instantes más destacados de la fase de regresión tenga que ver con interrumpir las técnicas sutilmente, sin despertar por completo al paciente. Es ahí cuando el profesional aprovecha para indagar sobre los momentos más importantes de las experiencias traumáticas.
Se trata de la fase en donde se busca integrar los recuerdos reprimidos en la conciencia, analizando su contenido. Como es la última parte del proceso, es necesario que el profesional ofrezca un resumen sobre lo ocurrido en la consulta, además de poder compartir su opinión.
En la fase de integración, el especialista ayuda a los pacientes a comprender el significado de sus recuerdos y a desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables para lidiar con ellos. Por ejemplo, si el paciente recuerda un evento traumático, el terapeuta puede ayudarlo a comprender cómo ese evento ha impactado en su vida.
Sin lugar a dudas, la terapia de regresión es una excelente alternativa para liberar las emociones negativas y profundizar en aquellas experiencias traumáticas. Este tipo de técnica terapéutica puede ofrecer una mayor compresión sobre la vida, el crecimiento personal y mejorar la autoestima.
Si estás pensando en comenzar una terapia de regresión, recuerda que debes investigar muy bien al terapeuta que te ofrecerá sus servicios. Se trata de un proceso delicado que no puedes tomar a la ligera.