Más allá de la posible mala suerte de que nos haya tocado un ambiente laboral caldeado, jefes que confunden el liderazgo con el despotismo y colegas que han optado por la competitividad en vez de por la colaboración, mientras no contemos con otra opción que la de levantarnos cada mañana para dirigirnos a ese espacio en el que nos ganamos la vida, de nada sirve cargarse de negatividad y preguntarse: ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo?
Un conflicto laboral no es un problema filosófico que invite al debate intelectual, sino una verdadera piedra en el camino que hay que quitar por medio de estrategias enfocadas a la resolución de conflictos. Y en dicha área, la Psicología tiene mucho para aportar.
Deja la victimización de lado y sé parte del cambio que quieres ver. ¡Acompáñanos!
Si tomamos en cuenta que cada uno de nosotros tenemos una enorme capacidad de acción para crear, mantener y transformar, el ambiente en el que estamos inmersos, nos daremos cuenta de que no somos tan víctimas como creemos del conflicto laboral del que formamos parte.
Antes de llegar a casa y dejar salir a borbotones una cascada de quejas y lamentos acerca de nuestro día laboral, aún con la llave en la mano lo que debemos preguntarnos es: ¿Qué he hecho hoy para atenuar las causas y efectos del conflicto laboral que está transformando mi vida en un calvario?
Si hasta ahora no has tomado la decisión porque no sabes cómo se resuelven los conflictos en el trabajo, sigue con nosotros, porque te revelaremos las estrategias que necesitas dominar para decirle adiós a tu conflicto laboral.
Con las siguientes estrategias, no solo podrás encaminar la resolución del conflicto que está poniendo en jaque la oportunidad de trabajar en equipo en tu empresa, sino que siempre serás recordado como la persona que renunció a su zona de confort por el bienestar de todos. Y eso te pondrá en un lugar desde el cual las puertas comenzarán a abrirse para ti.
Antes de dar el primer paso hacia la resolución del problema laboral, haz un recorrido por tu orgullo. Si venías escuchando una vocecita interna que te decía que debías ganar esta contienda, este es el momento de desenmascararla: se llama orgullo, y no te conducirá a ningún lugar en el que quieras estar.
El orgullo, aunque te cuente lo contrario, va en contra de tus intereses. Difícilmente encuentres un caso en el mundo, ya sea de conflicto laboral, de desavenencias de pareja o de diferencias generacionales con nuestros hijos, que se haya resuelto apalancándose en el orgullo.
Cuando surge un problema en el trabajo, lo importante es encontrar la solución, incluso aunque esta implique que “perdamos” en lo que a nuestros intereses personales o a tener la razón se refiere.
Renunciar a la peligrosa seducción del orgullo es el primer paso hacia una resolución sana de los problemas en el trabajo.
Algo que nunca debería pasarte cuando intentas resolver un problema laboral, es enojarte. Te invitamos a descubrir las razones por la cuales las personas se enojan con tanta facilidad, y a encontrar la solución para cada una de ellas.
Otro error muy común en el que solemos caer cuando se presenta un conflicto en el lugar de trabajo, es el de pedir la cabeza del culpable. ¡Como si eso fuera a resolver el problema por arte de magia! Ya sea por desconocimiento, por distracción o por negligencia, las personas nos equivocamos más a menudo de lo que estamos dispuestos a reconocer. Sin embargo, poner en evidencia a quienes han cometido el error, no hará que el conflicto se desvanezca.
Lo que importa ahora es reencauzar la estrategia laboral para corregir el conflicto que se ha generado. Esta estrategia ayudará a ahorrar tiempo y a que los posibles resentimientos que puedan surgir en la “caza de culpables” no terminen por agravar el conflicto laboral en vez de resolverlo.
El famoso brainstorming, o tormenta de ideas, no solo sirve para generar ideas que sirvan para la campaña publicitaria del nuevo cliente o para buscar inversores extranjeros, sino que es muy útil cuando se trata de encontrarle la salida a un problema en el trabajo. Cada colaborador aportará ideas provenientes de su visión del mundo. De modo que, al final de la tormenta de ideas, tendremos una nutrida colección de posibles soluciones.
Para decidirnos por las más efectivas de acuerdo al tipo de problema que estamos enfrentando, debe tener lugar un diálogo en el que cada parte sea escuchada. En esta etapa debemos poner especial énfasis al respeto y a la empatía, ya que no hay ideas malas, sino que algunas son más adecuadas que otras según el tipo de conflicto que estemos llamados a resolver.
¿Ya conoces a nuestro equipo de profesionales en coaching? Ellos te podrán ayudar a resolver cualquier tipo de conflicto laboral que surja en tu lugar de trabajo. ¡Contáctalos!