Saber diferenciar entre un malestar emocional pasajero y una crisis permanente que requiere de la intervención de un profesional, es clave para recuperar nuestro bienestar. Hoy te traemos las once señales que te indican cuándo ir al psicólogo. Si se te han manifestado al menos una de ellas, ya es más que suficiente para que agendes tu cita.
La manifestación de estas señales te indican cuándo ir al psicólogo.
Gracias a las emociones, entablamos vínculos, tomamos decisiones y procesamos los eventos que nos causan dolor. Es esperable, e incluso saludable, experimentar emociones negativas. Sin embargo, cuando estas toman control de nuestros pensamientos, nuestro diálogo interno se convierte en un discurso condenatorio y acusatorio hacia nosotros mismos.
El agobio es la respuesta mental a la falta de capacidad para lidiar con los conflictos. Cuando carecemos de esta habilidad, tergiversamos las situaciones más cotidianas hasta volverlas complejas. De esta forma, entramos en un círculo vicioso del que no logramos salir por nuestra cuenta.
Cuando los objetivos que nos trazamos son irreales, es normal que no podamos concretarlos. En cambio, si tan solo nos hemos propuesto terminar nuestra carrera universitaria, mejorar nuestra alimentación para llevar una dieta saludable o ser más ordenados, deberíamos poder concretarlos en un tiempo breve. Por lo tanto, si nos falta fuerza de voluntad o retrocedemos tanto como avanzamos, es que algo en nuestra mente no está funcionando como debería.
No todos tenemos los mismos recursos de afrontamiento para superar las crisis con las que nos vamos topando a lo largo de la vida. Cuando no encuentras la salida a un duelo, a una pérdida o a una encrucijada, necesitas que un profesional en psicología te conduzca a desarrollar las herramientas que necesitas para salir adelante.
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Sabes que te hacen daño, pero no puedes hacer nada para controlarlas. Sucumbir en impulsos violentos, depresivos, catastróficos o autodestructivos, es una alerta roja que no deberíamos desoír. Aquí tienes otro síntoma que te indica cuándo ir al psicólogo.
Hay personas que eligen un estilo de vida solitario y se sienten completamente plenas con él. Sin embargo, cuando la soledad no es una opción, sino el resultado de acciones que nos alejan de las personas y a ellas de nosotros, amerita consultar con un profesional.
El problema que tienen las personas a las que les resulta difícil hacer amigos es la falta de habilidades sociales. En muchos casos, la persona se siente rechazada por sus compañeros de estudio y colegas, cuando lo que en verdad ocurre es que su lenguaje corporal y sus actitudes se encargan de generar una coraza a su alrededor. Si esto es lo que te ocurre, tu psicólogo trabajará contigo para que desarrolles la suficiente seguridad en ti mismo como para abrirte al mundo.
Sentirte menos que los demás es tan solo la punta del iceberg, porque detrás de una autoestima baja yacen creencias tan destructivas como la culpa, la vergüenza y hasta el menosprecio hacia uno mismo.
Ciertas conductas que tienen lugar en el ámbito de la pareja pueden caer en la toxicidad. Incluso es posible que no nos demos cuenta de que somos nosotros quienes estamos generando el conflicto porque nos centramos en victimizarnos en vez de abordar la situación desde la perspectiva del otro. Si tus vínculos amorosos se destruyen de forma sistemática, no culpes al destino, porque el problema podría estar en ti.
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Cuando el estrés trasciende el área mental y comienza a hacer estragos en tu cuerpo, es porque no estás encontrando la forma de extraer su parte positiva para incrementar tu productividad. Si te preguntabas cuándo ir al psicólogo, aquí tienes una razón.
Las personas vamos cambiando nuestros intereses a lo largo de la vida, pero cuando aquello que nos despertaba una pasión inconmensurable, ahora no nos provoca ni siquiera una sonrisa, puede ser una señal de depresión.
Ahora que sabes cuándo ir al psicólogo, debes saber la razón por la cual iniciar una terapia te cambiará la vida de manera positiva. Muchas veces nuestros traumas, miedos o ciertos defectos de nuestra personalidad, quedan por debajo de la consciencia. Como resultado, reiteramos patrones actitudinales y de comportamiento que nos llevan a fracasar en la vida una y otra vez.
Para terminar con este bucle tóxico que ni siquiera comprendemos de dónde proviene, existen las intervenciones psicológicas. Una terapia conducida por un profesional en el área te permitirá superar lo que te impide avanzar, para que puedas darle a tu existencia el rumbo que deseas.
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Convierte los obstáculos en oportunidades con una terapia psicológica a tu medida.