Muchos sienten que al escribir contactan con algo que de otra manera sería muy difícil hacerlo. ¿Te ha pasado de estar escribiendo por mucho tiempo y sentir una liberación? En este artículo explicamos por qué la escritura puede ser una terapia en sí misma y cómo aprovechar al máximo esta actividad. Al final podrás obtener algunos ejercicios concretos para tu escritura terapéutica.
Muchos pueden haber sentido el llamado a escribir en un diario personal desde pequeños, redactando sucesos, pensamientos, sensaciones y emociones que hayan surgido durante el día. Algunos otros conservan esta reliquia de ritual hasta hoy en día ya que sienten con claridad los beneficios de esta práctica. Hay diversos estudios, como esté: link, que muestran cómo la escritura es terapéutica y tiene beneficios para nuestra salud emocional y psicológica. Lo que podemos decir es qué no importa qué sea lo que se escriba, mientras se contacte con la emoción.
Las escrituras emocionales más comunes suelen ser:
- Un diario Personal
- Una autobiografía
- Poesía
- Ficción
- Cartas de amor
El poder de poner en palabras lo que sentimos trabaja a un profundo nivel inconsciente. Conectando con lo más sensible de nuestra personalidad. Ya Carl Gustav Jung, expresaba como cualquier tipo de arte daba lugar a trabajar en nuestra alma o ánima, pudiendo reconocer aspectos altamente sensibles los cuales solemos reprimir en nuestra vida diaria. De hecho, gran parte de nuestros malestares de esta época, como la ansiedad, el estrés o incluso la depresión son expresiones de esta represión de aspectos necesarios para una vida plena y vital, como nuestros afectos y nuestros sentimientos, algo esencial y profundamente humano.
Escribir sobre lo que nos pasa puede ser una terapia en sí misma. Poder expresar mediante un texto lo que nos está sucediendo emocionalmente, funciona como una descarga profundamente sentimental.
Debemos recordar que siempre detrás de nuestra escritura, hay una intención. Esta es la que determina qué estamos curando o sanando. Por eso se le llama escritura terapéutica, principalmente por la intención que hay detrás.
Además de esto, al igual que la psicoterapia convencional, uno siempre comienza describiendo en palabras lo que le pasa, pero a esto le suma su historia personal, su biografía.
Poder escribir nuestra historia personal, puede ser una terapia en sí misma, ya que el proceso en sí de contarnos, nos da una perspectiva de cómo nos auto descubrimos y así conocernos aún más.
Más allá del proceso, podemos observar el relato, cómo es el mismo, qué tono emocional tiene, qué genero literario sería, qué personajes son protagonistas y qué sucesos marcaron nuestra vida.
Todo este análisis permite procesar y redescubrirnos en ese relato, pudiendo cambiarlo si quisiéramos hacerlo o reescribirlo con otra perspectiva diferente.
Algunas técnicas pueden ayudarnos a implementar este tipo de escritura terapéutica. La idea principal de estos será encontrar aspectos inconscientes que a simple vista es dificil de conectar o la consciencia no tiene acceso.
Por eso, para todos estos ejercicios lo ideal es encontrar un lugar en silencio, dónde puedas escucharte internamente. Además, un lugar cómodo donde puedas estar relajado sin pensar demasiado en otra cosa más que en el ejercicio a realizar.
Pasamos a describir algunos ejercicios de escritura terapéutica:
Escritura Automática
Este tipo de técnica es la más inconsciente de todas, es escribir sin pensar, a partir de lo que nos surja. Podemos usarla para descarga, para que surjan ideas sobre un tema o simplemente como terapia personal.
Cartas Personales
Escribirle a una persona que fue importante o lo es para nosotros. Esta carta no tiene por qué ser compartida, pero genera una descarga muy importante y simbólica a nivel inconsciente ya que nos permite mostrar nuestra vulnerabilidad y sensibilidad más profunda, sin la mirada del otro que nos condicione.
Autobiografía
Cómo habíamos mencionado, escribir nuestra biografía nos permite ver cómo es nuestra historia y cómo nos describimos a nosotros mismos hoy en día. Esto nos a lugar al análisis y además, descubrir aspectos nuestros del pasado que quizás no hemos superado.
Cuentos de Ficción
En la ficción siempre hay verdad. Aunque esta técnica puede ser compleja si es que no encontramos una idea, si nos surge un personaje, podemos utilizarlo para describirlo y hacerlo a partir de nuestra imaginación. Estos relatos siempre hablaran de aspectos nuestros y poder expresarlos sin dudas generarán transformaciones en nosotros mismos.
Agradecimientos
Poder escribir de lo que estamos agradecidos puede ser una forma de plasmar la gratitud en una forma que nos haga emocionarnos. Conectar con este ritual nos genera un sentimiento de empoderamiento, humildad y abundancia.
Objetivos Personales
Escribir nuestros objetivos, ya sean en el largo y corto plazo es una buena técnica para poder intencionar y terminar por manifestarlos. Esta puede ser una técnica poco emocional si se trata de alcanzar objetivos externos. Si escribimos sobre aspectos internos a desarrollar puede generar algo más profundo y transformaciones más a largo plazo.
Conclusión
Para finalizar, podemos decir que la escritura es una técnica que puede ir mucho más allá. Puede llevar a conocernos, liberarnos, sentirnos y reeinventarnos de otra manera. Si alguno de los ejercicios que propusimos son tomados en serio, podrás ver grandes liberaciones y cambios en tu forma de verte y de ver el mundo.