La palabra perdón es una palabra con un significado y potencial muy fuerte. El perdón es un valor y un pilar que se encuentra en los valores sociales, culturales, religiosos e institucionales (sea el tipo de institución que sea) y republicanos. Durante esta columna hablaremos sobre la relevancia del perdón en el individuo.
El perdón es una actitud, una forma de ser, un valor personal e incluso hasta podría categorizarse como una creencia, debido a que el creer en la existencia del poder perdona y ser perdonado le estaría dando un sustento de creencia a esta palabra.
Oficialmente el perdón es el accionar de disculparse y aceptar el mal accionar que una tiene con determinada circunstancia. Generalmente al pedir perdón no se suele pedir nada a cambio salvo la necesidad de disculparse.
Quizás es algo muy difícil el pedir disculpas. El perdonarse a uno mismo o el hecho de reclamar que te pidan perdón. La mejor forma de aprender es básicamente tomando conciencia de la existencia del problema. Es decir, si hice algo mal, debo reconocer que lo que hice está mal y tengo como responsabilidad y deber el hecho de pedir perdón. A su vez la contraparte del dilema sería aprender a perdonar en el sentido de perdonar una ofensa que nos hicieron o un acto del cual salimos perjudicados.
A veces perdonar cuesta pero es importante dar la oportunidad de perdonar y no guardar rencores. Tanto para aprender a pedir perdón así como para perdonar, debemos darnos un espacio para reflexionar. El reflexionar sobre los hechos es de gran ayuda a la hora del perdón.
Aunque no se menciona mucho, el perdonar trae ciertos beneficios a nivel psicológico y a nivel en cuanto al bienestar emocional del individuo. A veces el negarnos a disculparnos y el negarnos a disculpar, requiere de que en nuestro cerebro quedan guardados sentimientos de rencor, enojo, furia, sed de venganza, dolor, irritación, tristeza y otros estados de ánimo el cual son poco sanos para nuestra salud.
Un beneficio del perdonar es cerrar ese capítulo o acontecimiento que tan envenenado puede tenerte. El perdonar y ser perdonados nos libera de esos “males” que tanto daño están haciéndole a tu rutina, personalidad e incluso estado anímico. También es el arma que combate los sentimientos mencionados recientemente, si quieres liberarte, trata de utilizar el camino correcto para sentirte mejor.
Como decíamos durante la introducción, el perdón es un concepto que está vinculado a muchos ámbitos de nuestra cultura y de nuestra vida cotidiana. A continuación dejaremos un breve punteo sobre los ámbitos en el cual el perdón es mayormente utilizado.
“Perdonar es divino”, un concepto utilizado en la cultura judeocristiana. En el caso del cristianismo el perdonar se relaciona mucho a la palabra de Jesús quien fue un personaje que predicaba mucho con el perdonar.
El “Yom Kipur” es el nombre hebreo que literalmente significa: día del perdón. El judaísmo tiene un día sagrado en el año que está dedicado exclusivamente al perdón y al reflexionar sobre los malos actos que cometimos.
Es un valor social, comúnmente desde niños se nos enseña que si hacemos algo malo debemos pedir disculpas, por ejemplo: si un niño le paga a otro niño sin motivo, la maestra va a exigirle al niño que le pida perdón a su compañero por pegarle.
A nivel institucional, las diversas instituciones pueden tener en sus pilares el hecho de disculparse si cometen un error o también exigir una disculpa en caso de ser ofendida dicha institución. Por ejemplo: si ofendes a un club deportivo el club perfectamente puede mediante una carta pública exigir el perdón, también en caso de que dicho club haya cometido un percance con alguien o con otro club, tiene derecho a pedirles disculpas.
A nivel estatal, los estados pueden perdonar cuando cometen un mal juicio con un individuo, empresa, con otro estado o con otro país. A su vez, si uno tiene un mal comportamiento cierto en el país, también debe disculparse.
Como pudimos ver a lo largo del texto, el perdonar es un accionar y una palabra muy utilizada en muchos ámbitos de nuestra vida, cultura, formación e incluso de nuestro conocimiento. Lo que es destacable es el poder que puede tener esta palabra tanto a nivel personal como interpersonal.
También el perdón puede cambiar todo en un segundo, desde una conducta, un estado de ánimo y hasta la perspectiva que se puede tener sobre cierto acontecimiento o persona. Recuerda que el perdón no es un deber moral ni ético debido a que no es obligación perdonar, es decir si alguien no quiere perdonar y si alguien no quiere aceptar una disculpa, está en todo su derecho no hacerlo. Pero siempre es bueno considerarlo.