Desde hace algunos años el término "mitómano" ha aumentado su popularidad. Pero, ¿Qué es la mitomanía? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿De qué forma puede tratarse esta patología psicológica?
A lo largo de este post vamos a hacer un repaso sobre las características de la mitomanía desde lo que expone la psicología. Ten en cuenta que esta enfermedad también se conoce como "mentira compulsiva" o "mentira patológica".
Iniciemos por definir qué es la mitomanía, se trata de un trastorno psicológico que se caracteriza por la tendencia a la repetición respecto a decir mentiras.
Algo clave sobre las personas mitómanas es que mienten de forma compulsiva, por lo que se valora hasta cierto punto como una conducta adictiva.
Otro aspecto interesante sobre la mitomanía es que en muchos casos queda reforzada debido a los beneficios que se perciben a partir de la mentira.
Por supuesto, las personas mitómanas caen en el autoengaño y en algunos casos pueden no hacer conciencia de que están mintiendo.
En cuanto a las características y predominio de esta patología, encontramos que se relaciona con la capacidad de exagerar hechos que no ocurrieron, algo que se repite con constancia.
Además, se estima que es una patología que puede iniciar desde la adolescencia. Aunque esta enfermedad no ha sido tan estudiada como otras, al menos no en la misma medida.
Ahora que hemos definido qué es la mitomanía, es fundamental conocer cuáles son los principales síntomas de esta patología.
¿Sabías que también se conoce como “trastorno ficticio”? Los siguientes son algunos de sus síntomas más característicos.
1. Tendencia a pensamientos que incitan a decir mentiras.
2. A menudo, detrás de las mentiras compulsivas surgen altos niveles de ansiedad.
3. Debilidades en el área social con habilidades sociales comprometidas.
4. Generalmente, las personas con mitomanía experimentan satisfacción cuando no se descubren las mentiras.
5. Además, los mitómanos suelen alterar la realidad, cuando pasa el tiempo y el trastorno no es tratado esto puede aumentar.
Hay que tener en consideración que los mitómanos suelen experimentar altos niveles de ansiedad y en muchos casos existe una baja autoestima.
Los seres humanos estamos familiarizados con la mentira desde siempre, y aunque algunas mentiras pueden parecer inocentes, la realidad es que cuando se miente de forma frecuente y compulsiva, se trata de un desorden mental.
Además de los síntomas de la mitomanía es importante reconocer algunos elementos clásicos de la persona mitómana o del mentiroso compulsivo.
A) Algunos contenidos que son exagerados les hacen ver como heroicos o verdaderos triunfadores, sobre todo al referirse a aparentes logros.
B) Dependiendo del caso, puede existir un contenido que refleje la búsqueda de simpatía.
C) Asimismo, las historias que comparten suelen ser bastante elaboradas, con múltiples detalles.
Una forma interesante de identificar a un mentiroso compulsivo es a través de la observación y la atención respecto a las historias que comparten. Por ejemplo, algunos tienden a repetir una misma historia pero con desenlaces diferentes.
Y esta falta de congruencia le resta validez a la historia, y puede hacernos reflexionar a que estamos frente a un mitómano.
Por otro lado, al querer indagar más sobre una historia, la persona afectada por esta patología puede experimentar ansiedad al creer que será descubierto.
Es otro aspecto interesante que ayuda a verificar si una persona nos está contando mentiras, sobre todo si esto está ocurriendo con mucha frecuencia.
No, y esto está relacionado con el hecho de que la mitomanía no se relaciona con las mentiras esporádicas.
En el caso de la mitomanía las mentiras son repetidas con frecuencia y en muchos casos incluyen un contenido exagerado o desproporcionado, pues muchas veces el trasfondo es una búsqueda de admiración y aceptación de parte de terceros.
En cambio, las mentiras esporádicas no forman parte de una patología, aunque dependiendo del contenido es oportuno comprender por qué se decide usar este recurso.
En algunos casos, la mentira esporádica se relaciona con aspectos de la personalidad o con el contexto en sí de la situación.
Por ejemplo, imagina que una persona se quedó dormida y no llegó a tiempo a su trabajo.
Y para excusarse ante su jefe indicó que estuvo en medio del tráfico. Esto le convierte en un mentiroso, pero no significa que es mitómano.
La diferencia radica en la frecuencia con la que se miente y lo que esto supone para la persona. Que en el caso de los mitómanos viene acompañado de cierta satisfacción al ver que "se han salido con la suya".
Ahora que hemos analizado qué es la mitomanía, es importante reconocer sus principales causas.
En este sentido, debes saber que tal y como ocurre con otras patologías, no se conoce una causa específica, sino que ha sido vinculado con varios elementos.
Por ejemplo:
1. Desorden neurológico: diversos estudios han demostrado que los mitómanos a menudo presentan un aumento de materia blanca cerebral, en conjunto con una disfunción en la zona hemitialámica.
2. Anomalías en el SNC: por otro lado, la mitomanía ha sido relacionada también con aparentes anomalías en el sistema nervioso, por ejemplo tras sucesos como la epilepsia.
3. Factores psicológicos: también ha sido vinculada esta patología con ciertos factores psicológicos, como la falta de rendimiento respecto a las habilidades sociales o una tendencia a la baja autoestima.
4. Hechos traumáticos: vivencias traumáticas como distintos tipos de abusos pueden conducir a que una persona recurra a la mentira de manera frecuente.
Puede que hayas buscado qué es la mitomanía porque consideras que alguien cercano está padeciendo de este desorden, o quizás solo deseas profundizar sobre el tema.
En cuanto a los tratamientos psicológicos, es importante realizar un proceso de reeducación de la percepción de la realidad. De hecho, muchas veces una persona con esta afectación no reconoce esto como un problema.
El acompañamiento psicológico en este caso también valora si la patología es parte de otro trastorno y debuta como síntoma. Recuerda que en Tu Terapia contamos con especialistas en el abordaje psicológico para esta y otras patologías.