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¿Qué hacer si tienes problemas de ira?

Sentir ira es algo totalmente normal tras experimentar momentos frustrantes, dolorosos o injustos. De hecho, se puede considerar una emoción sana, mientras no se vuelva descontrolada o destructiva. Y es que, la forma en la que se expresa la ira determinará su impacto en la salud física y mental, así como en las relaciones interpersonales de los involucrados. 

Una expresión saludable se caracteriza por ser directa y honesta, pues las personas enojadas enuncian su sentimiento de manera clara sin ocultarlo o reprimirlo. Además, evitan los ataques verbales o físicos para no dañar o humillar a otras personas, pues entienden que el enojo se debe mostrar de manera respetuosa. 

Pero quizás el punto más importante al expresar la ira de manera saludable, es tener la capacidad de identificar la causa del enojo. No todas las personas saben expresar su ira de manera específica, evitando las generalizaciones o acusaciones hacia los demás. 

Sin embargo, cuando no se tienen con estas características, es muy probable que la persona sufra de problemas de ira. Que no solo llegarán a incomodar a quienes se encuentran alrededor, sino que pueden provocar dolores de cabeza, presión arterial alta, tensión muscular y problemas digestivos. 

¿Qué hacer si tienes problemas de ira?

Las personas que sufren de problemas de ira suelen sentir enojo con muchísima frecuencia, incluso por cosas muy pequeñas. Además, reaccionan de manera rápida y excesiva ante estímulos que les generan rabia. Generalmente, expresan sus emociones de manera agresiva y se arrepienten de lo que dicen y hacen cuando se encuentran enojados. 

Afortunadamente, se trata de una situación que se puede superar, y cualquier individuo con problemas de ira puede aprender a manejar su ira de manera saludable. En este sentido, lo más recomendable para controlar este sentimiento es: 

Identificar el desencadenante

Lo más importante para controlar la ira es aprender a identificar su desencadenante. Muchas veces es complicado porque los desencadenantes pueden ser sutiles o no conscientes, como un evento, persona o situación incómoda. Pero una vez que se identifique el problema, se puede comenzar a desarrollar estrategias para evitarlos o manejarlos de forma saludable.

Relajarse 

Aunque parezca demasiado difícil, cuando una persona se siente enojada es muy importante que tome medidas para calmarse. Quienes sufren de problemas de ira permiten que este sentimiento los domine hasta el punto de volverse destructivos. 

Lo cierto es que los cambios físicos, como el aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración, hacen que relajarse sea casi imposible. De hecho, cuando una persona se siente enojada, no logra pensar con claridad y deja de tomar decisiones racionales. Por esta razón, es de suma importancia no permitir que la ira se apodere de sí mismo. 

De esta forma, algunas técnicas de relajación que pueden ayudarte incluyen la respiración profunda, la meditación, yoga o el ejercicio.

Expresar las emociones de manera saludable

De nada sirve reprimir lo que se siente y acumular la rabia dentro. Es importante encontrar formas saludables de expresar la ira, pues contener lo que se siente puede tener efectos negativos en la salud física y mental de cualquiera. 

Existen muchas alternativas para expresar la ira de manera saludable, cómo hablar con alguien de confianza. Los profesionales también suelen recomendar escribir en un diario sobre lo que molesta y así aclarar los pensamientos. Aunque comenzar alguna actividad nueva y agradable, también puede ser de ayuda y así liberar toda la tensión. 

Lo cierto es que no hay una única forma correcta de hacerlo. Lo mejor es experimentar con diferentes actividades, hasta encontrar la ideal para cada caso particular. 

Buscar ayuda profesional 

Algunas veces lo más recomendable es buscar ayuda profesional, pues los problemas de ira pueden ser lo suficientemente graves para no mejorar con medidas individuales. Un terapeuta puede ayudar a desarrollar estrategias para controlar la ira y mejorar la salud mental en general.

No solo puede apoyar a las personas con problema de ira al identificar sus desencadenantes, sino a desarrollar estrategias para calmarse cuando se sienten enojados. Un buen psicólogo también podrá ayudar a resolver los problemas subyacentes que pueden estar contribuyendo a la ira, y por supuesto, a aprender a expresarla de manera saludable. 

Si sientes que estás teniendo problemas de ira y ya no sabes qué hacer, es muy importante que busques el apoyo de profesionales de la salud mental. Tú tienes el control de tu vida y tus sentimientos y no tienes por qué sentir lo contrario. 



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