La resiliencia es un término desarrollado y utilizado ampliamente por la psicología. Refiere a la capacidad que tiene una persona de salir de una situación adversa, con resultados positivos. En este artículo te contamos las características de una persona resiliente y cómo encontrar la resiliencia en uno mismo.
Entendemos por resiliencia la capacidad de una persona de poder salir con un resultado positivo de una situación adversa. La resiliencia es una capacidad de salir adelante que reside en todos los seres humanos y, como cualquier cualidad, puede ser desarrollada. Por otro lado, hay personas, debido a su personalidad e historia de vida que tienen más integrada esta capacidad. De todas formas, aclaramos que no es una capacidad innata, sino que se desarrolla y se trabaja para poder potenciarla.
Las personas que han desarrollado esta capacidad de resiliencia cumplen ciertas características que los distinguen de otras. A continuación nombramos como podemos distinguir a una persona resiliente:
- Ven en las crisis una oportunidad
Poder ver más allá del problema permite a una persona resiliente a sacar lo mejor del mismo. Muestran su capacidad de salir adelante. Esto sucede debido a que las personas encuentran un aprendizaje de la crisis, incluso un sentido
- Son empáticas
Poder ponerse en el lugar del otro permitirá tener relaciones más profundas y reales, mejorando la contención
- Viven sus emociones
Las personas resilientes no temen a sentir, entienden que es parte de la vida y no se puede controlar.
- Tienen sentido del humor
Utilizar el humor para poder salir de una situación dolorosa puede ayudarnos a seguir adelante.
- Aprenden de los errores y fracasos
Si aprendemos de nuestros errores en realidad no se toma nada como un fracaso, sino como una experiencia de vida.
- Conocen sus limitaciones
Entienden perfectamente que no pueden con todo y por eso salen adelante con ayuda, voluntad y consciencia
- Son flexibles frente a los cambios
Es la característica principal de la resiliencia. Poder salir adelante y fortalecido de los cambios es la clave de adaptarse a la vida que siempre cambia.
- Se rodean de un ambiente positivo
Las personas con las que compartimos la vida son las que nutren nuestro bienestar. Mejor elegir un ambiente positivo y nutrirnos de eso, no?
- Viven espiritualmente y con sentido
La espiritualidad es algo clave para conectar con nuestro interior y así transformarnos para crecer.
- Son creativas
Las personas resilientes entienden que uno puede crear la realidad y vivir cada momento cómo si fuese único e irrepetible.
¿Te gustaría desarrollar esta capacidad? ¿Te ha costado salir adelante en momentos difíciles de tu vida? Distinto de lo que piensan muchas personas, la resiliencia no es una habilidad innata. Por el contrario, esta capacidad humana puede desarrollarse con la práctica de los siguientes puntos:
- Autoconocimiento
Poder conocernos a nosotros mismos permitirá ampliar nuestra consciencia. Sabremos nuestras fortalezas y debilidades. Tendremos noción de lo que nos afecta y lo que nos hace fuertes. Gracias a este conocimiento tan profundo podremos sobrellevar con mucho más asertividad cualquier situación que la vida nos presente.
- Aceptar la realidad
Poder aceptar el presente con sus hechos permitirá asumir con mayor facilidad lo que paso. Si por el contrario intentamos cambiar lo que está sucediendo o imaginar que sucede otra situación, no podremos enfrentar la realidad y salir adelante de la misma.
- Resolver problemas
Poder resolver los problemas permitirá desarrollar la capacidad de salir adelante gracias a la práctica. Pero no solo esto, sino sacar lo mejor de estos y usarlos a nuestro favor. Viendo en las crisis, una oportunidad.
- Dejarnos sentir
Permitir sentir lo que tenemos que sentir hará que las emociones nos atraviesen, se sanen y podamos seguir adelante. Procesar las emociones permitirá tener más flexibilidad y por lo tanto, mayor resiliencia.
- De la impulsividad a la reflexión
Poder observar nuestros instintos, nuestras emociones e impulsos, permitirá no reaccionar ante ellos, sino aprender de los mismos, hacerlos nuestros aliados y llevarlos de nuestro lado. Esto hará que jueguen a nuestro favor y no en nuestra contra.
- No perder el sentido del humor
Entender que nada es tan serio, tan importante, permitirá jugar, vivir simbólicamente y con sentido, sacando lo mejor de cada problema.
- Relaciones sociales
Poder compartir lo que nos pasa, tener vínculos positivos, permitirá una contención inigualable para poder sacar lo mejor de las situaciones adversas.
De todas maneras, recomendamos siempre, acudir a un profesional psicólogo para poder ayudarnos a sacar lo mejor de nosotros mismos, ayudarnos a entrar en el autoconocimiento y en nuestros sentimientos más profundos.
Muchos son los beneficios de convertirnos en una persona resiliente. Los puntos positivos que más destacamos son los siguientes:
- Aceptar el cambio como una oportunidad es algo que caracteríza a estas personas y termina siendo un gran beneficio ya que el cambio es una constante en nuestra vida. Al ser resilientes seremos muy flexibles y sacaremos lo mejor de la vida.
- Tener vínculos saludables y positivos, generando relaciones amorosas y profundas.
- Éxito a nivel laboral y económico ya que tomaremos las crisis como una oportunidad, sacando provecho a nivel monetario y profesional.
- Menor riesgo de desarrollar una patología psicológica ya que tendremos menor tendencia a generar ansiedad, estrés y depresión en la vida.
- Mejor salud física debido a la actitud frente a la vida, lejos del sufrir las emociones, las viviremos más sanamente, fortaleciendo nuestro sistema inmune y nervioso.
Conclusión
Como hemos podido ver, la resiliencia es un concepto muy amplio y que tiene muchas aristas por las cuales aproximarse. Es nada menos que la capacidad de salir adelante. Queremos dejar en claro que, la resiliencia no es simplemente adaptación, sino que ésta, supone un proceso creativo. Tiene que haber transformación.
Sin embargo, el ejercicio de la resiliencia puede ser, en muchos casos, un camino duro de recorrer. Supone adentrarnos en nuestras heridas más profundas y dolorosas, para así, generar consciencia de nosotros mismos y, a fin de cuentas, trabajar en pos del autoconocimiento.