El TDAH es un trastorno geropsiquiátrico, es decir, que se manifiesta tanto en el comportamiento como en el plano mental.
Las personas que sufren este trastorno, tienen bajos niveles de dopamina e irregularidades en la vía meso cortical. Esto genera dificultad para planear, organizar la gestión eficiente del tiempo y su capacidad para realizar tareas.
El TDAH se manifiesta con diferentes síntomas, de lo cual depende el tipo de trastorno que padece:
- Falta de Atención
- Hiperactividad
- Impulsividad
- Todo combinado
A su vez, este trastorno puede observarse de forma diferente según la edad de la persona. Por ejemplo, en niños podría observarse un bajo rendimiento académico por la falta de atención, pero en un adulto verse como dificultad para terminar sus actividades o procrastinar.
La hiperactividad en niños podría observarse en uno que siempre está corriendo o saltando, mientras que en un adulto podría caracterizarse por hacer comprar impulsivas.
Ahora bien, no siempre se tiene TDAH cuando se presentan algunos de estos síntomas, y de allí la importancia de la evaluación por parte de un especialista en TDAH.
La primera vía para darse cuenta que una persona padece de TDAH, es el análisis observacional. Es decir, se observa cómo se comporta la persona dentro de su entorno, sea académico, laboral, social o familiar.
Este análisis debe hacerse solo para una primera evaluación y debe complementarse con otras, para lograr un diagnóstico correcto. Sin embargo, es de gran utilidad para iniciar el proceso de avaluación.
El segundo paso sería realizar una escala de evaluación para el diagnóstico del TDAH. Esto implica un conjunto de cuestionarios desarrollados y validados para la detección de los síntomas de los distintos tipos de TDAH y sus principales repercusiones en la vida de la persona.
Existen escalas que pueden ser utilizadas por los padres, también para los profesionales en salud mental, e incluso algunas para que sean realizadas por la propia persona que sospecha padecer de este trastorno.
También hay escalas que están desarrolladas para determinar problemas que surgen con la existencia del TDAH y que aparecen frecuentemente.
Otras escalas están pensadas para conocer la calidad de vida de la persona que pudiera padecer el TDAH y que los lleva a tener ciertas limitaciones en su interacción social.
El resultado de estas escalas, en conjunto con un análisis observacional y las pruebas de evaluación objetiva, es lo que permitirá determinar si tienes TDAH.
En otras palabras, es necesario que te sometas a todo un proceso de evaluación que implique el análisis profundo y detallado de la información. Es un proceso complejo y que requiere tiempo.
Deben hacerse otras evaluaciones para detectar si la persona tiene TDAH, para un correcto diagnóstico en niños, lo cual incluye examenes de la visión y la audición.
Además, es necesario descartar ansiedad, depresión, problemas de insomnio, cambios hormonales, burnout, e incluso problemas en la tiroides. Por esta razón es que muchos de los casos solo son detectados en la adultez.
Los especialistas consideran que esto es poco probable, pues hasta ahora consideran que el TDAH surge por causas genéticas, abuso de sustancias durante el embarazo, traumas al momento del parto o cuando se padecieron infecciones a temprana edad.
Se trata de un trastorno que se produce cuando el cerebro se está desarrollando.
En definitiva, para saber con seguridad si tienes o no TDAH es imprescindible que seas evaluado por un especialista en TDAH, pero ten presente que no es una consulta de un día, sino que requiere de todo un proceso que integre la observación y la realización de diferentes tests, para luego analizar en conjunto toda la información.