¿Alguna vez has tenido problemas para concentrarte, organizarte o completar las tareas? ¿Te distraes fácilmente o sientes que siempre estás en movimiento? Si es así, es posible que tengas TDAH, un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Aunque el TDAH suele diagnosticarse en la infancia, puede persistir hasta la adultez. Muchas veces, los adultos desconocen su condición y arrastran sus problemas de concentración, pensando que todas las personas los padecen. Sin saber que existe tratamiento para el TDAH y que cuando se recibe el adecuado, los que sufren este trastorno pueden mejorar su vida.
Lo cierto es que el TDAH puede tener un impacto significativo en la vida de una persona. Llega a dificultar el éxito en el trabajo, la escuela o sus relaciones personales. Además, puede llegar a aumentar el riesgo de problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, por no saber qué más hacer.
Según datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TDAH en adultos es muy común, pues aproximadamente del 2,5% al 4,4% de la población lo sufre. Este porcentaje significa alrededor de 1 por cada 40 adultos.
Es importante resaltar que el TDAH es similar en hombres y mujeres. No obstante, los hombres son mucho más propensos a ser diagnosticados y tratados que las mujeres. La razón principal se debe a los síntomas. En los hombres el TDAH es mucho más evidente, pues suelen ser más hiperactivos e impulsivos, permitiendo así un diagnóstico más temprano.
Además, las mujeres usualmente aprenden a ocultar o enmascarar sus síntomas en la escuela y el trabajo, lo que puede retrasar el diagnóstico. Son más tranquilas que los hombres y mucho menos problemáticas, lo que inevitablemente puede llevar a que sean menos propensas a ser diagnosticadas.
El problema real se encuentra años después, cuando buscan ayuda para su TDAH y los síntomas son más graves.
Cuando se trata de los síntomas del TDAH en adultos, es importante aclarar que son similares a los de la infancia, pero pueden manifestarse de forma diferente. Además, pueden variar de persona a persona y cambiar con el tiempo.
Existen quienes tienen síntomas leves que no afectan su vida diaria pues no causan problemas significativos. Pero otras personas, pueden tener síntomas graves que sí interfieren con su trabajo, sus relaciones y su salud mental.
De esta forma, los síntomas del TDAH en adultos se pueden dividir en dos categorías principales: La falta de atención y concentración, y la hiperactividad/impulsividad.
Síntomas de desconcentración o falta de atención
- Se distrae fácilmente con estímulos externos o sus propios pensamientos.
- Tiene problemas para mantener la atención en las actividades que realiza.
- No sigue correctamente las instrucciones.
- No termina las tareas que empieza.
- Tiene problemas para prestar atención a los detalles.
- Comete muchos errores por descuido.
- Tiene problemas de organización y planificación.
- Pierde objetos necesarios para realizar sus tareas.
- No retiene información por mucho tiempo.
- Olvida cuando agenda una cita u obligación. No recuerda los horarios de sus compromisos.
Síntomas de hiperactividad e impulsividad
- Se siente inquieto y se mueve de forma incómoda.
- No puede controlar su energía.
- Habla demasiado.
- Se interrumpe a sí mismo o a los demás.
- Tiene problemas para esperar su turno.
- Se involucra en actividades de riesgo sin pensar en las consecuencias.
- Habla y actúa de forma precipitada.
- Tiene problemas para controlar sus emociones.
- No sabe compartir con otras personas.
Lamentablemente el TDAH no tiene cura, pero los especialistas en esta condición pueden ayudar a las personas a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida con tratamiento. En adultos suele consistir en una combinación de medicamentos, terapia y cambios en el estilo de vida.
Medicamentos
La medicación es el tratamiento más eficaz para el TDAH en adultos, y corresponde a medicinas estimulantes y no estimulantes. En cuanto a los primeros, ayudan a mejorar la atención, la concentración y el control de los impulsos. Pueden ser el metilfenidato y la lisdexanfetamina.
Con respecto a los medicamentos no estimulantes como la guanfacina y la atomoxerina, son menos eficaces pero pueden ser una opción para las personas que no pueden tolerar otro tipo de medicación o tienen otras afecciones médicas.
Terapia
La terapia es otra de las opciones de tratamiento para el TDAH en adultos que recomiendan los profesionales en el área de la salud. De hecho, una buena terapia no solo ayuda a controlar los síntomas del TDAH, sino también a mejorar las habilidades de las personas. Los tipos de terapia más usados para el TDAH son:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a las personas a identificar y cambiar sus pensamientos y comportamientos negativos causados por el TDAH.
Entrenamiento en habilidades: Les enseña a organizarse, gestionar su tiempo, resolver problemas y tomar decisiones.
Cambios del estilo de vida: Los cambios en el estilo de vida son fundamentales en adultos que sufren de TDAH, pues los ayuda a controlar sus síntomas. Algunos de los más recomendados son:
- Mantener una rutina regular.
- Dormir lo suficiente.
- Comer una dieta saludable.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Evitar drogas y alcohol.
Aun cuando el TDAH puede ser difícil de tratar, pues es un trastorno de salud mental muy complejo, existen profesionales capacitados para ayudar a tener una vida plena.
Hay muchas opciones disponibles para apoyar a las personas con TDAH a controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida. Sólo se necesita contactar con un especialista con experiencia en este trastorno.