Sentirse estresados y ansiosos puede provocar graves dolores de cabeza. Resulta que el estrés y la ansiedad son dos de los principales desencadenantes para los dolores de cabeza de tipo tensional.
Cuando las personas se sienten ansiosas o estresadas, el cuerpo humano libera una serie de hormonas que terminan de provocar contracciones en los músculos del cuello y cabeza.
Este tipo de dolor se caracteriza por ser un dolor sordo y constante que puede afectar a toda la cabeza o a una parte específica de ella.
Asimismo, muchas veces viene acompañado de otros síntomas, como la tensión muscular en el cuello y los hombros, irritabilidad, dificultad para concentrarse y problemas para dormir.
En algunos casos, el dolor de cabeza por estrés y ansiedad puede ser intenso y difícil de controlar. Por esta razón es muy importante y necesario tomar las medidas acordes para aliviar el dolor.
La ansiedad, el estrés y los ataques de pánico pueden ser una de las razones por las que tu dolor de cabeza es tan intenso. Y no debes sentirte culpable por no poder seguir al pie de la letra tu rutina diaria, pues es normal que un fuerte dolor de cabeza, te impida desarrollarte.
Afortunadamente, existen una serie de soluciones para aliviar los malestares de tipo tensional. Pero lo más inteligente es atacar la causa de raíz… Es decir, aprender a controlar el estrés y la ansiedad para evitar que provoquen dolores de cabeza.
Ahora bien, si el daño ya está hecho. ¿Qué medidas se pueden tomar para aliviar los dolores de cabeza por estrés y ansiedad? En estos casos, los profesionales de la salud mental suelen recomendar:
Consumir analgésicos, como el ibuprofeno, paracetamol o aspirinas, puede ayudar a calmar considerablemente los dolores de cabeza. En vista de que funcionan bloqueando la producción de prostaglandinas, unas sustancias químicas que contribuyen al dolor y la inflamación, pueden ser una solución para este tipo de problemas.
Es importante no confundir el consumo de analgésicos con el tratamiento de los dolores de cabeza. Se trata de una solución temporal para el dolor, pero no abordan la causa principal del dolor. Y aunque suelen ser seguros y eficaces, no se pueden tomar a la ligera, pues ingerir muchas cápsulas puede tener efectos adversos.
Otra de las soluciones para disminuir los dolores de cabeza causados por el estrés y la ansiedad, es aplicar calor o frío para aliviar la tensión muscular. Ambas temperaturas son beneficiosas para calmar el dolor, pero es importante identificar cuál es la más adecuada, según la situación.
Por ejemplo, el calor es utilizado para relajar los músculos y aplacar el dolor de cabeza y aumentar el flujo sanguíneo. Algunas de las formas de aplicarlo son mediante las compresas, las bolsas de agua caliente, un baño o un masaje con calor.
Ahora bien, cuando se trata de aplicar frío se consigue la reducción de la inflamación y el dolor. Se suelen colocar paquetes de hielo, compresas frías o realizar masajes fríos en el cuerpo, específicamente en la frente y el cuello.
El masajear el cuello y los hombros puede ser una forma eficaz de aliviar el dolor de cabeza por ansiedad y estrés. En vista de que estas condiciones pueden causar tensión muscular, lo que provoca dolor de cabeza, el masaje ayuda a relajar los músculos y los tejidos conectivos.
Además, este tipo de técnicas ayuda a mejorar la circulación sanguínea y linfática, lo que puede ayudar a eliminar las toxinas y los desechos que pueden contribuir al dolor.
Algunas personas prefieren optar por la fricción como método personal, pues consiste en un movimiento de frotación que se utiliza para romper los nudos musculares y la tensión. Sin embargo, hay quienes escogen la presión para liberar los puntos gatillos; mientras que otros eligen el amasamiento para relajar sus músculos.
Ya sabemos que los dolores de cabeza por estrés y ansiedad pueden ser un problema molesto y debilitante para cualquier persona. Pero, afortunadamente, existen muchas cosas que se pueden hacer para aliviar los malestares y poder mejorar tu calidad de vida.
Sin embargo, lo más recomendable es consultar con un profesional especializado para solicitar un diagnóstico, y así determinar qué alternativas son perfectas para tu caso de migraña.