Los chakras son centros de energía ubicados en distintas partes de nuestro cuerpo. En este artículo les comentamos un poco de los 7 chakras que existen y su función.
Los chakras son centros de energía que se ubican en nuestro cuerpo. Este término surge en india y se utiliza para distintas disciplinas como las terapias alternativas, el Yoga y la meditación para poder comprender y ayudar a encontrar el equilibrio o la salud humana a un nivel espiritual y físico. La palabra chakra proviene del sánscrito y significa “rueda” o “disco”.
Según la frecuencia vibratoria de cada humano, los chakras absorben energía, desencadenando diferentes respuestas fisiológicas.
Cada chakra actúa como un vórtice de energía que gira por distintos tipos de vibración. Desde basto, o sea, muy lento a sutil, que expresa un movimiento extremadamente rápido. Esto dependerá de la propia persona, su individualidad y momento de vida.
Cuando el chakra está equilibrado y funcionando correctamente, está abierto y gira de izquierda a derecha. Si están bloqueados, se verán cerrados o invertidos. Esto sucede debido a que la energía no puede fluir con libertad y afecta el bienestar de la persona.
Aquí les dejamos un video sobre la serie animada Avatar en el que se explica didácticamente el funcionamiento de los chakras: video
Algunos textos antiguos contemplan miles de chakras en nuestro cuerpo que coinciden con nuestras miles de terminaciones nerviosas. De todas maneras, hay 7 chakras que se destacan por sobre los demás por su nivel energético y singularidad.
Este chakra se ubica en el perineo, sostiene a todos los demás y de ahí su gran importancia. Se relaciona con el elemento tierra. Se le atribuye el color rojo. Nos habla de lo más básico, lo más instintivo en nosotros. Este chakra se relaciona con el amor más esencial y nuestra supervivencia como seres humanos. En su polo positivo permite la conexión con la energía vital y la relación fértil con la tierra. En el polo negativo, esta energía se puede convertir en agresión o miedo intenso.
Nos habla de los impulsos, deseos y placeres más profundos, incluyendo la sexualidad primordial. También se le relaciona este chakra con el elemento agua, y se asocia con la ballena o el leviatán. Este chakra nos llena de creatividad y fuerza vital, tanto en hombres como en mujeres. Se le atribuye el color naranja. Este chakra cuando está alineado, en su polo positivo generará consciencia corporal y mucha felicidad. Por el otro lado, en el polo bloqueado o negativo, puede generar celos, culpa y dependencia afectiva.
Este chakra se ubica dos dedos por encima del ombligo. Este chakra nos habla de nuestra autoestima, creatividad y confianza en nosotros mismos. Está muy conectado con nuestras emociones. También nos habla de nuestras relaciones interpersonales. Se relaciona con el elemento fuego y se le atribuye el color amarillo. En su polo positivo el chakra del plexo solar nos conecta con la empatía y la sensibilidad. En el negativo, puede llevarnos a abusar de los otros o tener una ambición ilimitada.
Este chakra está ubicado en la zona del pecho. Nos conecta con nuestra salud emocional y nuestros sentimientos. El chakra corazón permite el amor propio y con los otros, generando vínculos profundos y afectivos. Se le atribuye el elemento aire y el color simbólico es el verde. En su polo positivo este chakra genera consciencia de uno mismo y mucha creatividad. En el otro polo, si este chakra se bloquea puede generar narcisismo y arrogancia.
Abarca el área del cuello, los hombros, oídos y la boca. Es el centro de energía que nos permite la comunicación con los otros. Puede ser una fuente de inspiración y verdad. Su color es el azul. En su polo positivo permite la buena comunicación, seguridad y disernimiento. En el polo negativo, este chakra bloqueado puede generar negación de la realidad e intolerancia frente a los otros.
Este chakra se ubica en la frente y tiene un color azul oscuro o índigo. Nos conecta con algo que va más allá de la dualidad, uniendo el mundo espiritual con el material y viendo la esencia de las cosas y las personas. En el polo positivo este chakra nos habla de una buena intuición e imaginación. Por otro lado, en su polo negativo, el tercer ojo nos conecta con el egoísmo y la irresponsabilidad.
Este chakra se encuentra en la parte superior de la cabeza. Nos conecta con lo trascendente y más elevado del ser humano. Es la energía más sutil de todos los chakras y nos eleva por sobre lo material, conectándonos con la consciencia universal. En el polo positivo nos habla de una conexión con el cosmos, con el todo y una gran espiritualidad, sana y profunda. En el polo negativo, este chakra nos lleva a aislarnos, a desconectarnos con el mundo y nos puede deprimir.
Existen muchas terapias de sanación o prácticas que tienden a la salud física, emocional y espiritual. En la cultura contemporánea se las considera terapias alternativas porque escapan de las metodologías clásicas, o porque, simplemente, no se sustentan en un marco teórico occidental. Aún así, cada día las personas están recurriendo a este tipo de terapias y están teniendo muy buenos resultados. Creemos que a medida que estas terapias sean integradas a la sociedad sin los prejuicios con los que cargan hoy en día, primero dejarán de llamarse alternativas, y por otro lado, las personas podrán gozar ampliamente de sus beneficios.
Una de las terapias que más se centra en la alineación y apertura de los chakras es el Reiki. Las personas que ejercen el reiki utilizan, con sus pacientes, este método para recomponer el equilibrio de la energía de los chakras a través de la canalización, a través de ellos y sus manos, de la energía del cosmos, llamada KI. El Ki es la energía vital irradiada por toda forma de vida.
Otra de las terapias que se enfocan en equilibrar y limpiar la energía de los chakras es la terapia del péndulo hébreo, y se basa mucho en la medicina vibracional.
Por otro lado, también existen prácticas orientales como la meditación, el Yoga o el Tai-Chi que tienen la intención de entrenar a la persona en un trabajo introspectivo y con el cuerpo, para contactar con su mundo interno y poder equilibrar la energía de los chakras, y así, canalizarla creativamente.
Hoy en día, todas estas prácticas y técnicas orientales se están haciendo cada vez más presentes en occidente. Es nuestra responsabilidad integrarlas de la mejor manera posible, y poder contemplarlas con respeto y con la apertura del espíritu necesaria para ejercerlas libremente.